Arrancó la tercera edición del Programa Jóvenes Profesionales de la Asociación Vecinal Nordelta. Tendrá una duración de nueve meses en los cuales los nuevos talentos rotarán por diferentes áreas de la organización.
Los seis jóvenes profesionales son: Santiago Fontenla (Licenciado en Administración-UCES), Valentina Vega (Arquitecta-UBA), Julieta Carullo (Licenciada en Sistemas de la información-UBA), Lautaro Pérez (Ingeniero en Sistemas-USAL), Agustín Bachiller (Ingeniero Civil-UB) y Tomás Ibarguren (Licenciado en Administración-UBA). De los seis, todos conocen Nordelta, cuatro viven en barrios de la Ciudad y uno de ellos tiene familia local.
Los perfiles profesionales están focalizados en proporcionar soluciones concretas en el corto, mediano y largo plazo a las necesidades detectadas en la Ciudad.
Reunión entre pares
La reunión organizada por Recursos Humanos se desarrolló en las oficinas de AVN. Los jóvenes ingresantes conocieron y se vincularon con sus futuros tutores, otros jóvenes que anteriormente pasaron por el programa, y que hoy en día trabajan en la organización.
“Pregunten todo, no se queden con dudas” dice Nicolás desde la punta de la mesa. Es uno de los ex jóvenes profesionales y recomienda que le “presten mucha atención a los procedimientos, la comunicación interna de cada área y las capacitaciones disponibles que ofrece AVN” para poder aprovechar la experiencia laboral. La consultora Paradigma acompaña la formación de los profesionales, lo que representa una posibilidad de sumar conocimientos.
“De acuerdo a como se dio la rotación y la experiencia con los jóvenes el año pasado, se produjeron mejoras para esta tercera edición del programa. Si bien hay una trayectoria estimada para cada joven profesional por algunas áreas, es un proceso dinámico y puede variar” explica Florencia Scazzuso, responsable de desarrollo organizacional de Recursos Humanos en AVN.
Una experiencia importante
Participar del programa significa una oportunidad de desarrollarse laboralmente en un ambiente de aprendizaje continuo y trabajo en equipo. Las búsquedas de los jóvenes profesionales estuvieron orientadas por las necesidades detectadas por AVN en Nordelta, por medio de asambleas, reuniones y encuestas a vecinos.
“Si ponés ganas y querés involucrarte, la experiencia es puede ser muy buena” definió Tomás, quien además contó como su paso por un área de AVN incluyó como resultado la realización de un proyecto que después estuvo dirigido a todos los colaboradores.
“Hay que medir la presión que te ponés” reflexionó Fran, en relación a las expectativas que se pueden tener con el trabajo. La recomendación giró en torno a la buena comunicación con las personas de cada área y las tareas tangibles de realizar en el período de tiempo que se trabaje, pero sin sobredimensionar expectativas. “Se puede traer mucha creatividad y ponerla en acción” concluye.
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