Redes y Servicios, la empresa operadora de agua y cloacas en la Ciudad, y la Asociación Vecinal, vienen sosteniendo un plan de asesoramiento a vecinos por el consumo responsable de agua. Entre ellos se detectó una importante mejora en los casos más graves de consumo excesivo.
El promedio de consumo en las casas de la Ciudad es de entre 45 y 50 metros cúbicos mensuales. Mientras que en junio había 30 casas que excedían los 500 metros cúbicos de consumo por mes, ahora quedan solo 9 hogares con consumo excesivo, con los cuales se está trabajando.
El trabajo realizado desde junio implicó la comunicación del listado de casas a los intendentes de cada uno de los barrios de esas viviendas, para que ellos contactaran a los propietarios. A través de esa gestión se analizó caso por caso para buscar cuál era la razón de tanta demanda de agua. Se detectaron importantes pérdidas que generaban que los propietarios, sin saberlo, tuvieran problemas de servicio y facturas más abultadas.
En líneas generales, los problemas referían a roturas de caños no detectadas, pérdidas dentro de las viviendas, y en algunos casos, filtraciones en las piletas.
Buenos resultados y desafíos a futuro
Entre junio y octubre, el trabajo realizado entre Redes y Servicios y AVN logró que se redujera la utilización de agua en exceso. De los 30 casos más graves que se habían detectado con un uso promedio de 558 metro cúbicos al mes por casa, la cifra se redujo a 329 metros cúbicos promedio al mes.
Una medida que busca más sustentabilidad es la reducción del máximo de consumo permitido que pasa de 500 a 330 metros cúbicos por mes. En esa línea, cuando un hogar excede los 200 metros cúbicos de consumo por mes se toma contacto con los vecinos para detectar posibles filtraciones.
Las viviendas que tienen tales excesos de consumo no sólo tienen un impacto negativo por el nivel de gasto que representa, ya que el agua se paga por metro cúbico, sino que también provocan un desequilibrio en el barrio en que habitan, porque por esos excesos el abastecimiento puede sufrir alteraciones para el resto de los vecinos.
En una próxima etapa, el programa incluye ir trabajando con niveles de consumo que, aunque sean excesivos, sean menores a los actuales, contemplando viviendas con demandas superiores a los 100 m3.
Un consumo de agua responsable hace a la Ciudad más sostenible.
