NOVEDADES / MEDIO AMBIENTE

La prioridad, proteger los lagos

Pablo Alegre y Matías Serrano son auxiliares de mantenimiento en los lagos de la Ciudad. Explican cómo es la realización de batimetrías y el cuidado integral.

“Con las batimetrías analizamos el fondo de los lagos” describen Pablo y Matías a dúo mientras descienden del bote que los llevó a recorrer las aguas en Nordelta. La entrevista se hace al mediodía, y están probando una nueva Ecosonda, aparato con el cual controlan la profundidad de los lagos.

Las batimetrías permiten estudiar el relieve de superficies de terrenos cubierto por el agua, sea en mar, ríos, ciénagas, humedales o lagos. La actividad en los lagos de Nordelta permite el control del fondo y la calidad del mismo.

El cuidado del lago

Matías tiene 36 años y es de Moreno. Pablo tiene 33 y vive en Benavidez. Ambos trabajan en la cuadrilla manual del área de Medio Ambiente en AVN y recorren la Ciudad desde las 7 de la mañana y hasta las 16 horas. La actividad es dinámica y varía de acuerdo a las necesidades que surgen.

Realizar el control de los lagos es un trabajo que se hace regularmente. Desde 2002 la Asociación Vecinal viene haciendo un mapeo general de los lagos y sus costas para mantener un balance en su ecosistema.

“El mapeo del fondo del lago permite observar si hay degradación de materia orgánica, o aporte de materia, porque el movimiento del agua erosiona todo el tiempo. Con las batimetrías estudiamos un plano del fondo del lago” cuenta Pablo. Como parte de las actividades, el control de las profundidades permite detectar las diferentes variaciones en los lagos y su implicancia en la salud de las aguas.

El nivel de cota adecuado en los lagos ayuda a sostener la tarea de mantenimiento, lo que garantiza el cuidado de animales y plantas.

Trabajo en equipo

“Nos llevamos bien. Trabajamos mucho y también nos reímos” explica Matías. Ambos destacan el trabajo en equipo con los supervisores operativos de los lagos, Ricardo Luna y Alexis Argüello, con quienes comparten la jornada laboral.

El área presenta desafíos todos los días. “Nos vamos turnando. Un día uno es maquinista de un catamarán y otro asistente. Al otro día puede ser al revés” asegura Matías.

Al ser parte de la cuadrilla manual también se encargan del control, mantenimiento y poda de la vegetación acuática. “Ayer fuimos a trabajar en el lago chiquito de La Alameda, y a la tarde fuimos a plantar en El Reflejo” dice Matías. “Hoy nos toca estar en Puerto Canoas” agrega Pablo.

Se definen con la expresión: “Excelente compañero”. Ambos lo dicen y se miran con complicidad. No abundan las palabras, pero sí las sonrisas. Suena un teléfono. Es hora de subir a la camioneta e ir a otro sector de la Ciudad a trabajar por la calidad de los lagos.

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