“Soy un artista plástico que actúa y entrena” dice Marcelo Salas. Es una forma de sintetizar sus múltiples actividades vinculadas al deporte y la cultura. Es profesor de focalizada en el Club Nordelta, fisicoculturista, pintor de cuadros y escritor. También actor. En estos días forma parte de una obra versión libre de Macbeth de Shakespeare.
Oriundo de Tigre, a sus 47 años muestra versatilidad y amor por lo que hace, lo que lo convierte en un ejemplo a seguir.
“Si bien de chico quería ser veterinario o astronauta, el arte ocupó el lugar más importante en mi vida. A los 8 empecé a estudiar dibujo y pintura. Me recibí en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. A la vez hice natación y de adolescente empecé a entrenar para fisicoculturista”, explica.
Las clases en Club Nordelta
“La localizada es una actividad en la cual trabajás todos los grupos musculares del cuerpo en circuitos. Es decir, trabajan todos a la vez, no por separado como cuando tenés tu rutina en el gym” cuenta Marcelo, quien cumple 4 años como profesor del Club Nordelta.
“Me adapté rápido a Nordelta. Enseguida pegué buena onda con la gente en asesorarla para estar mejor con su cuerpo. También me llevo muy bien con los compañeros del Club” explica Salas, quien además siente que su faceta de actor se mezcla en las clases: “Siempre busco que la gente quiera volver a las clases, por eso intento que sean creativas y que se disfruten. A veces cuento experiencias mientras voy corrigiendo los ejercicios”, explica.
El padre de Salas es ex futbolista profesional y de chico lo incentivó al deporte. Practicó fútbol pero descubrió que le gustaba mucho nadar. “Tenía un complejo con mi físico, era muy flaco. Se abrió un gimnasio y me anoté. Me gustó y fui descubriendo una nueva relación con mi cuerpo. Llegué a competir como fisicoculturista en 2016 y 2017. Es un mundo que te lleva mucho tiempo y es muy exigido. Es un trabajo full time”, dice.
Cuerpo y creatividad
“La actuación fue como unir las dos cosas: cuerpo y creatividad. Al actuar te seleccionan por el fisic du rol, pero no todo el mundo que da un personaje desde lo visual lo puede componer desde lo actoral. Siempre es un desafío. Un día un amigo actor me presentó en un casting como stripper para “Amor en custodia” la novela de Osvaldo Laport y Soledad Silveyra en Telefé. Me llamaron, dije que sabía actuar y quedé. Ahí empecé a conectarme y no paré de actuar”, explica Marcelo. “Mi agenda es muy dinámica pero está completa. Me gusta todo lo que hago. Poder trabajar en remera y pantalón corto en el Club Nordelta es genial. De un momento a otro me pueden llamar para un casting, y después pinto surrealismo con fibrones para exponer en galerías. Me gusta la variedad y estar en consideración para los demás” describe.
La sensación frente a sus palabras es de vértigo. Muchas facetas que se combinan y entrelazan en una rutina siempre novedosa. Sobre el final del encuentro, Marcelo mira sus manos mientras gesticula al querer expresar lo que siente. Su voz se tiñe de sonrisa al hablar de su pasión: “Disfruto mucho el escenario. Salir a actuar es jugar y tener adrenalina. Lo tengo que hacer ya. Después de la función me cuesta bajar de esa adrenalina. Es como volver de vacaciones”, concluye.
Se lo puede ver este lunes 8 de julio en la obra de teatro “Turreo místico” versión libre de Macbeth que escribió Mariana Cumbi Bustinza en Timbre 4. Los días 12 y 13 de julio harán funciones en el Auditorium de Mar del Plata y en agosto se presentarán en el Haroldo Conti.
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